Estoy acabado, sigo con el mismo bloqueo de la semana pasada. Bueno, no sólo el bloqueo, el trabajo también. Argh, dita sea, toca otra tarde intensa tratando de ponerme al día... Para más inri le prometí a Mike hacer una parte de su trabajo por 1000 yenes. Ya sé, ya sé, me vendo barato, jejeje. Pero es que hoy hice la transferencia mensual y a vista de lo que me queda para este tercio de mes, adiós a mis planes de conquistar el mundo.
A propósito de todo un poco hoy recordé un libro de Lázaro Carreter, El dardo en la palabra. Ahora que uno escribe regularmente para un público algo anónimo se da uno cuenta de que el lenguaje escrito y el oral tienen cada uno su mecanismo propio, con sus similitudes pero sobre todo con sus diferencias.
Cambio radical de tema (de nuevo), ya me he leído la mitad de Maison Ikkoku, aunque no creo que me de tiempo a acabarme la serie antes de que Elia se vaya. Es él el que me los está dejando, lo mejor es comentar lo que me parece según los voy leyendo, porque él no se acuerda bien hasta que le empiezo a narrar y ¡pam! --"¡ah...! es cierto, es cierto... ¡ja,ja,ja!"-- se me ríe.
También me dejó un libro en italiano que empecé a leer por aquello de ver cómo de útil era eso de que nuestros idiomas tuviesen raíces latinas. Es complicado al principio hasta que se acostumbra uno a las diferencias mayores, luego empieza a hacerse más ameno pero aún así cuesta y me trabo con muchas expresiones aún. Nada comparado con mi experiencia con interlingua (los becarios de aquí por ahora pueden leer interlingua sin ningún problema). Es mágico esto del latín. Bueno, hasta que se lleva al extremo como aquel australiano que publicó un módulo para escribir scripts de perl en latín.
Estuve pensando también a propósito de un mail que recibí hace tiempo. Era un texto aparentemente embarullado pero era posible leerlo. Decía que un estudio de la universidad de (no me acuerdo) había dado como resultado que para que un texto sea legible no iprmota el oredn con el que escirbaoms las lertas detnro de una palbara, simepre y cunado la pirmrea y la úlitma cnosevren el odren. Pero claro, eso no funciona con el japonés, que tiene una estructura (a) silábica, y (b) ideográfica. Aunque intuyo que se podría extrapolar como "no importa la posición de los radicales siempre y cuando el radical principal y las inflexiones finales sean iguales". ¿Será así?
En fin, ya está bien como pérdida de tiempo. A currar... *suspiro*
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